domingo, 8 de enero de 2012

La Jeringa: Inicios de una aventura

En el año 2009, Cristian Pittaro y Dave Pratt, miembros de la Dominican Republic Speleological Society (DRSS) descubrieron un nuevo o manantial, en el que había una estación de bombeo abandonada por el INAPA aparentemente. Fue una gran sorpresa entrar a inspeccionarlo, ya que el manantial no tenía una línea guía dentro, señal indiscutible de que nunca había sido explorado, y que a su vez, este tenía varios posibles túneles. Los buzos decidieron volver con el equipo completo y comenzar a explorar. Al explorar este manantial se encontraron con varias restricciones, en las que era necesario remover los equipos para atravesarlas. De manera lenta, pie por pie y restricción tras restricción, exploraron el manantial. Tendieron la línea guía y la marcaron adecuadamente, indicando de manera correcta en cada desvío, la dirección de la salida. Todo eso para asegurarse de poder encontrar el camino en caso de emergencia. Les tomó aproximadamente 28 buceos explorar La Jeringa y relevar los túneles para producir un mapa detallado del mismo. Hasta el día de hoy, La Jeringa algunas veces nos sorprende y nos sigue revelando nuevos túneles ocultos detrás de rocas y apretadas restricciones. La Jeringa, manantial recomendado solamente para buceadores de cuevas avanzados, es uno de los acuíferos subterráneos más particulares, y el más extenso de la zona de Bayahibe. Para más información visite www.dr-ss.com

Estalactitas y estalagmitas, un tesoro irreversible

Una simple gota de agua mineralizada que cae continuamente y que deja a su paso capas de calcita da como resultado unas formaciones llamadas estalactitas y estalagmitas, que se encuentran en el techo, suelo o pared de una cueva. Estas hermosas e irremplazables formaciones minerales tardan miles de años en formarse y son las principales portadoras de la belleza de las cuevas. Desafortunadamente, en el país las estalactitas y estalagmitas son vendidas a los turistas como suvenires en varias tiendas, y como resultado las cuevas son dañadas irreversiblemente. Estos aprovechan su creatividad y realizan diseños de escultura taína, con el objetivo de convencer a los turistas de que son originales.

¡Alto! Los murciélagos no son tus enemigos

Casi siempre las personas tenemos sueños y cosas que algún día nos gustaría hacer, como por ejemplo: Saltar de un paracaídas, montarse en una nave espacial e ir al espacio, etc., etc, pero nunca me imagine que podría bucear algún día, ya que de hecho, ni sé nadar. Pero el mundo da vueltas y me encontré con esa gran aventura. En todo los buceos que he hecho (muy pocos hasta ahora), me he dado cuenta de toda la preparación que eso conlleva y sobre todo lo fascinante que es el mundo debajo del mar. Como plantas y animales son adaptados a vivir en un lugar reservado especialmente para ellos y para el disfrute de los humanos. Sin embargo, este mundo es muy poco explorado por nuestra gente debido a que muy pocos creen en la posibilidad de estar debajo del mar y contemplarlo. Para ellos siempre está la excusa del dinero, tiempo o el peligro a que alguien se puede exponer. Pero pienso que esto no es suficiente. Hay muchas formas de acercarte a el, sin tener que ser un buzo profesional. Hay escuelas de buceo e instituciones que brindan charlas, seminarios y hasta pequeños paseítos para ver si encuentra interesados y nadie sabe si el próximo “Jacques Cousteau dominicano”. No nos perdamos la maravilla de explorar cosas nuevas y entre ellas les exhorto hacer un buceíto debajo del mar. Nosotros tenemos muchas costas y muchas facilidades para hacerlo. Dejemos atrás los problemas y en vez de gastarse unos miles en un colmando el fin de semana, vamos a darnos la oportunidad de conocer cosas nuevas.

El Buceo, una aventura muy poco explotada por los dominicanos

Casi siempre las personas tenemos sueños y cosas que algún día nos gustaría hacer, como por ejemplo: Saltar de un paracaídas, montarse en una nave espacial e ir al espacio, etc., etc, pero nunca me imagine que podría bucear algún día, ya que de hecho, ni sé nadar. Pero el mundo da vueltas y me encontré con esa gran aventura. En todo los buceos que he hecho (muy pocos hasta ahora), me he dado cuenta de toda la preparación que eso conlleva y sobre todo lo fascinante que es el mundo debajo del mar. Como plantas y animales son adaptados a vivir en un lugar reservado especialmente para ellos y para el disfrute de los humanos. Sin embargo, este mundo es muy poco explorado por nuestra gente debido a que muy pocos creen en la posibilidad de estar debajo del mar y contemplarlo. Para ellos siempre está la excusa del dinero, tiempo o el peligro a que alguien se puede exponer. Pero pienso que esto no es suficiente. Hay muchas formas de acercarte a el, sin tener que ser un buzo profesional. Hay escuelas de buceo e instituciones que brindan charlas, seminarios y hasta pequeños paseítos para ver si encuentra interesados y nadie sabe si el próximo “Jacques Cousteau dominicano”. No nos perdamos la maravilla de explorar cosas nuevas y entre ellas les exhorto hacer un buceíto debajo del mar. Nosotros tenemos muchas costas y muchas facilidades para hacerlo. Dejemos atrás los problemas y en vez de gastarse unos miles en un colmando el fin de semana, vamos a darnos la oportunidad de conocer cosas nuevas.

Manantiales subterráneos: cápsulas en el tiempo

Una vez tuve la dicha de realizarle una entrevista a un reconocido buzo de cuevas llamado Brian Kakuk y en ella me dijo algo que nunca olvidare: “Las cuevas son como cápsulas del tiempo”. No era necesaria su interpretación, ya que según lo que había observado en mi poca experiencia explorando cuevas dominicanas, era justamente la expresión para poder catalogar a esas maravillas subterráneas. Y es que las cuevas juegan un papel muy importante en la cultura dominicana, ya que nuestros primeros habitantes (los aborígenes) vivían en ella, por ende eran muy importante para ellos. En la historia se ha recopilado una gran cantidad de artefactos, ahora estudiados por arqueólogos y profesionales a fines, que pertenecieron a ellos. Las cuevas con agua, de manera especial, tienen la gran ventaja de puede conservar objetos que pertenecieron a estos nativos por mucho tiempo y por ende, es muy interesante lo que se pueda encontrar allí. Debemos respetar y conservar todos los manantiales que veamos a nuestro alrededor y sobre todo informar a organismos especializados en el área sobre su existencia. No sabemos, por más simple que parezca un manantial, lo que se encuentra allí que pueda hasta cambiar la historia indígena dominicana.

Un paraíso de cristal inhóspito

¿Crees que exista un lugar en donde haya cristales naturales del tamaño de un edificio de dos pisos? Pues sí existe. Se encuentran en la Cueva de Cristales de Naica, en el estado de Chihuahua, México. Este asombroso lugar posee los cristales naturales más grandes de la tierra, los cuales pueden alcanzar longitudes de hasta 12 metros y pesar hasta 55 toneladas. A estas increíbles formaciones naturales se le llaman cristales, porque están compuestos por selenita, que es una forma cristalina de yeso mineral. Lamentablemente estas cuevas no están abiertas para cualquier persona, ya que su temperatura regular es de hasta unos 50 grados Celsius lo que provoca que un ser humano pueda permanecer allí unos 6 a 10 minutos antes de que ocurra la pérdida severa de funciones mentales. Este descubrimiento logrado en abril del 2000 por los hermanos Eloy y Javier Delgado ha motivado el interés por parte de científicos de todo el mundo. Sin embargo, dicen algunas informaciones en la web que para un fotógrafo profesional especializado en ambientes oscuros y peligrosos, resulta casi imposible obtener fotos claras, incluso usando cada truco y técnica conocidos, debido al ambiente extremo.